Elegir el grosor correcto de la hoja de cobre es crucial para equilibrar costo, funcionalidad y longevidad. Para aplicaciones estructurales como techos o equipos industriales, las hojas de cobre más gruesas (0.5mm–3mm) ofrecen una mayor resistencia y protección contra el clima. Las hojas más delgadas (0.1mm–0.5mm) son más adecuadas para trabajos decorativos, como el embossing metálico o recubrimientos ligeros, donde la flexibilidad importa.
Tenga en cuenta los factores ambientales: las áreas costeras pueden requerir láminas más gruesas para combatir la corrosión por sal. Para proyectos eléctricos, láminas más delgadas con alta pureza aseguran una conductividad eficiente. Trabaje con proveedores que ofrezcan tamaños recortados a medida para evitar el desperdicio de material. Siempre verifique el tipo de aleación: el cobre C110 es popular por su 99.9% de pureza y versatilidad. Evite gastar de más aligñando el grosor con las demandas reales de su proyecto en lugar de optar por la opción más gruesa.